1 abr 2011

Marc Augé - "El tiempo en ruinas"



SOBREMODERNIDAD
CITA
Pag. 59 La sobremodemidad sería el efecto combinado de una aceleración de la historia, de una retracción del espacio y de una individualización de los destinos

TURISMO COMO EJEMPLO DE SOBREMODERNIDAD

Pag. 60 El turismo actual es un ejemplo perfecto de las consecuencias de la sobremodernidad. La facilidad con la que hoy en día se puede viajar de un sitio a otro hace que incluso los países mas cerrados políticamente se abren en cuanto a turismo. Los viajes aparecen como un producto que los individuos pueden comprar.

TURISMO REPRESENTA CARACTERISTICAS DE NUESTRA EPOCA
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1- No deja de crecer la diferencia entre los mas ricos y los mas pobres, una prueba es el hecho de que la mayor parte de turistas (de los países desarrollados) suelen viajar en aquellos sitios (subdesarrollados) que los habitantes abandonan emigrando en otros países. (ver antropología de la movilidad)

2- El turismo consigue agrupar en una sola cosa la diferencia entre lo local y lo global, jugando con los conceptos de tiempo y espacio.
La idea de un patrimonio cultural global va tomando forma, aunque presentado como un objeto de consumo sin contexto de referencia. Se podría decir que su mundo de referencia sea la red de circulación y comunicación, en donde todo está pensado para igualar las diferencias físicas y geográficas: aeropuertos, cadenas hoteleras, red de transportes, centros com. Etc... (película).
Lo que se produce es un considerable cambio de escala, nuestro planeta se ha vuelto pequeño, y esto nos estimula tanto a recorrerlo de parte a parte así como a quedarnos en nuestra casa.
Al cambio de escala del planeta se relaciona estrictamente con la manera en la que se perciben las situaciones, los acontecimientos. Es difícil poder crear una opinión publica planetaria cuando se piensan las situaciones por abstracciones; se habla de violencia, de miseria, de subdesarrollo, creyendo saber algo del mundo y de los demás, cuando a nivel local las cosas vividas son totalmente diferentes: se apaga la tele y cambia el mundo de referencia.
Se podría decir en ese sentido que el mundo se divide en dos tipos de espacios:
  • el no lugar refugio, referido a la migración;
  • el no lugar imagen, referido a las imágenes que sustituyen la imaginación y la realidad.
Siguiendo esta visión pesimista se puede llegar a pensar que todo tipo de viaje no aporte nada, es inmóvil, no mueve ni el espíritu ni la imaginación.

3- Diferencia entre viajero y turista
La tercera característica es la ida y la vuelta, o sea el pasado y el futuro. Característica que puede expresarse en forma espacial pero que hace referencia al tiempo.
Ya los viajeros literarios del siglo XIX, viajando de parte a parte para contar sus historias, su viajes, se expresaban en antepasado. Estos viajes incluyan el regreso como parte esencial de la partida, un poco como el turismo, actividad de ocio limitada en el tiempo.
A la misma manera de los viajeros literarios, los turistas necesitan recordar sus viajes para poder relatar sus historias. Y si los primeros utilizaban la imaginación, la observación y el recuerdo, los turistas necesitan la presencia de todo aparatos tecnológicos capaces de captar momentos de vida.
Al ser vistas al regreso, los videos y fotos del viaje sirven no para recordar el viaje, sino para convertirlo en narración.
Entonces los turistas viajan entre dos series de imágenes: las que ven antes de partir y que crean la expectativa, y las que crean ellos y ven a la vuelta. El tiempo intermedio es el tiempo de fabricación de imágenes, es el viaje mismo.

4- la ambivalencia de lo real y de su copia.
Ejemplo excelente es Las Vegas con las copias exactas de monumentos del mundo, o el mundo Disney en donde flotan de forma indiferenciada hoteles de verdad con calles falsas, falsos personajes con empleados de verdad etc.
El éxito comercial de los parques temáticos corresponde al espíritu del tiempo.

EL ESPIRITU DEL TIEMPO
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Consiste en la importancia que se da al presente sobre el pasado y el futuro. El espíritu de consumo inmediato que convierte el mundo en un gran espectáculo; los inmuebles, las ciudades llenas de flores, luces y sonidos. Todo eso hace que la frontera en entre lo real y su copia sea siempre mas sutil.

OTRA FORMA DE VIAJE: VIAJEROS SIGLO XIX
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Los jóvenes burgueses franceses del siglo XIX curaban sus inquietudes viajando a Italia para ver las ruinas; es en esta época que empieza a nacer otra tipologia de viaje, mas enfocado al descubrimiento de uno mismo.
Hablando de franceses y del siglo XIX, el ejemplo por excelencia del viaje como camino hacia la auto-concienciaa es la obra de Francois Rene De ChateaubriandViaje a Italia (1854).
El libro se compone de tres cartas que el autor escribe a su amigo Joubert, en las que no describe ni el paisaje ni la ciudad; sino que son como confesiones de una conciencia, de la fragilidad del hombre descubierta viendo las ruinas de Roma. Hablando de un pasado que sigue allí y que se actualiza continuamente, el mismo que a la vez muestra un futuro que nunca pasó.
El resultado de la experiencia de Chateaubriand procedía en primer lugar de un desplazamiento en el espacio, el viaje físico de un lugar a otro que creaba una desorientación productiva, y de un desplazamiento en el interior. El primero en ese caso resulta relativo, ya que la obra no se escribe mas que al volver, una vez terminado el viaje.
En ese caso entonces se puede afirmar que el viaje y la obra resultan ser la misma cosa, quien viaja y escribe la obra ya no es ni se siente el mismo de antes.

VIAJE Y COMUNCACIÓN
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Hoy en día se puede decir que somos capaces de gestionar la inmovilidad, ya que las imágenes y los mensajes vienen a nosotros. Por eso no hay que sorprenderse si en el mundo actual la metáfora del viaje se asocia frecuentemente con la actividad cibernetica, se navega por internet.
Aunque hay una gran diferencia entre la comunicación y el viaje, se puede decir que son los dos opuestos. El viaje implica la construcción de uno mismo mediante el encuentro con los demás, la comunicación por su parte se basa en lo que el viaje trata de construir: los comunicadores son individuos bien construidos, transmiten informaciones y no dudan de lo que son, el viajero ideal trata de formarse y nunca sabe exactamente quien es.
En ese sentido el turismo de masa actual se basa mas en la comunicación que en el viaje.
La idea de comunicación es la instantaneidad, el viajero toma su tiempo para descubrir y aprender; el turismo por eso puede formar parte del decorado de una novela, el viaje es la escritura,

el turista consuma su vida, el viajero la vive”.

TIEMPO Y NARRACIÓN
formas del olvido y configuraciones narrativas
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Las formas del olvido de las que habla Augé: el regreso, la suspensión y el comienzo, están estrictamente relacionadas a los desplazamientos en el espacio, a los viajes. Pero también pueden llegar a definir las “configuraciones narrativas” de las que habla Ricoeur en su obra “Tiempo y narración” (1987).
En el tomo I de la obra Paul Ricoeur realiza el esquema de las tres mímesis, tomadas como proceso de configuraciones de obras narrativas:
-La mimesis I: se refiere a la estructura pre-narrativa de la acción, la pre-figuración,
-la mimesis II: se refiere al texto mimético, la configuración,
-la mimesis III: se refiere a la configuración mimética de la experiencia, la refiguración.

Ricoeur muestra el trayecto que realiza la obra narrativa y también la importancia de la relación entre la vida y la literatura ya que dice que “la narración es mimesis de las acciones humanas, se origina en la vida y vuelve a ella”.

Una lectura de las tres mimesis de Ricoeur puede ser vista de esta forma:

El escritor escribe su obra dentro de una cultura, la sociedad en la que vive. Esto le ha dado una competencia, como le llama el filósofo francés, unos conocimientos previos (mímesis I, la pre-figuración) que el autor posee y que lleva con él en el momento de escribir su novela (mímesis II, la configuración: la disposición de los hechos o acciones en la obra narrativa) para un lector (mímesis III, la refiguración: el lector lee y aplica el sentido que la obra tiene para él).

Al leer la novela, el lector la traslada a su propio mundo que a su vez es una determinada cultura
con sus propias competencias, sus conocimientos previos.
El lector al hacer esto, también realizará una configuración de la historia, de la trama, le dará un sentido a la obra, su propia lectura o interpretación dada por la cultura en la que vive y los conocimientos que tiene. El trayecto narrativo de la obra termina así, y Dice Ricoeur: es el lector
quien “recobra y concluye el acto configurante”.

Volviendo a la conexión entre Augé y Ricoeur, las formas del olvido se relacionan a la definición de
la mimesis II, a “las configuraciones narrativas” que describen el mundo mediante relatos historicos o de ficción.
El imposible regreso al punto de partida del que hablan entre otros la Odisea o El conde de Montecristo supone el olvido de todo lo que hay entre el momento de la partida y aquel del regreso: los viajes. El regreso es una forma del olvido porque de la partida a la llegada imaginada como regreso al punto de partida, todo lo vivido durante el viaje: las sensaciones, el tiempo, los lugares, los encuentros, eliminan el sabor del pasado, describen la imposibilidad de regresar al punto de partida, ya no se puede volver atrás y todo lo que se ha vivido durante el viaje queda allí, en las derivas de la memoria.
El tema del imposible regreso al pasado, en el que se mezclan las sensaciones de viajes, de la memoria y de la narración atraviesa la literatura.



Pensar la vida en presente, pasado o futuro es como pensarla con el deseo de parar el tiempo o inaugurarlo.
La narración por su parte tiene relación con el pasado. Distinta de la reconstrucción histórica, que fija en imágenes hechos pasados, y de la historia que explica el pasado y sus consecuencias, la narración abstrae todo el pasado que elle avoca y el instante presente, configurando un tiempo diferente.
Hoy en día el cambio de escala del tiempo, su aceleración, así como el cambio de escala del espacio
afectan a la materia prima del viaje y de la escritura. Las tecnologías de la comunicación pretender terminar con todo tipo de distancia física y temporal; el encuentro entre individuos y la remisión de uno mismo a los otros que constituye la definición tanto del viaje como de la escritura, se ve amenazada por el hecho de poderlo saber todo, de haberlo visto todo y de no tener ninguna motivación ni para descubrir ni para buscar sentidos, se ve amenazada por la tiranía del presente.
El turismo es la formas más espectacular de la ideología del presente.

siempre existirá, en cualquier turista, un viajero que dormita y que se despierta de vez en cuando al ver un paisaje, porque un vago recuerdo surge en él como un malestar extraño y familiar.”