14 nov 2010

Sensaciones escritas

...lo que quiere contar, lo que aquí se trata de materializar es la transformación de ese viaje en algo mas.
Qualquiera de nosotros tiene algun lugar que llama casa, y quien mas quien menos piensa en ese lugar cuando quiere seguiridad, cuando solo quiere lo que conoce y sabe manejar, lo suyo. Bien, lo que pasa con ese lugar es que a veces no se define solo por sus cualidades fisicas, es decir, a veces sentimos estar en casa tambien cuando ese lugar está lejos de nosotros.
Como qualquier persona que vive fuera de su hogar que reconoce como suyo desde que tiene memoria, tiende a construirse otro parecido, o que por lo meno tenga algo que ver con lo que su hogar representa, algo que pueda reconocer como suyo. Y a veces esta maqueta tiende a parecer mas a lo que se quierria de propio hogar.
Otras veces, las circunstancias hacen que el lugar en donde vives se modele a tus necesitades, dia tras dia se transforma, hasta llegar a ser lo que tienes aquí y ahora, tu casa.
En este caso en particular lo que se manifiesta como la mejor representatividad de hogar, es todo aquel que está entre mi lugar de ahora y mi hogar de siempre: es el viaje de uno a otro.
Si, otras veces, muy pocas veces, o quizas unicamente en este caso, lo que tiende a parecerse y a definirse como familiar es el viaje entre dos vidas, el viaje en una tercera, el viaje de una vida.
Y así, viajar de un sitio a otro y moverse entre dos vidas, crea la sensación de quedarse un tiempo en una tercera, que quizas por las casi doce horas que el mismo viaje dura o quizas por la ruta que nunca se diferencia menos por las personas que se cruzan, se define como una vida repetida mas y mas veces, un bucle que forma parte de un mundo reconocible como familiar.
Es este el mundo que se analizará, un mundo definido por sus rutas fijas dentro de lo indefinido que es la transitividad; y estas las sensaciones que paso a paso se desarrollaran dentro de este espacio: las escenografias transitorias de la memoria.