13 mar 2011

Marc Augé - “Por una antropología de la movilidad”.


EL CONCEPTO DE FRONTERA

según Lévi-Strauss el concepto de frontera se ha utilizado desde la aparición del lenguaje para dar un sentido simbólico al mundo, para poder vivir en el y conseguir entenderlo. Sin embargo el simbolismo gracias al cual se ha podido entender el mundo ha creado por su propia naturaleza una serie de oposiciones, dicótomas esenciales y básicas, categorías como el masculino y el femenino, el frió y el caliente, el bien y el mal etc. Hoy en día este sistema de clasificación ya no es necesario porque se puede llegar a comprender el mundo sin dividir el espacio.
El pensamiento científico como aquel político y democrático ya no se basan en oposiciones binarias, en dicótomas. Hay igualdad de sexos, un mercado laboral mundial, una red mundial de comunicación. Sin embargo lo que la globalización esconde bajo su apariencia de homologación es una red de muchas desigualdades.
La oposición norte y sur representa la antigua diferencia entre colonizadores y colonizados, así como la organización de los barrios en las ciudades representa una división entre ricos y pobres.
La idea de un mundo sobremoderno en el que las personas, los bienes y la información representarían una globalidad sin fronteras se aleja de la realidad de nuestro mundo.

Entonces para llegar a comprender el nuevo sistema de contradicciones de la contemporaneidad hay que replantar el concepto de frontera. “Ya no es una barrera, sino el paso que señala la presencia del otro y la posibilidad de reunirse con él.”
La globalización se encierra en la idea de un mundo cerrado, concluido, (el “fin de la historia”), de paralización del tiempo, idea completamente contraria al pensamiento político (la democracia se basa en rechazar la idea de totalidad acabada) y científico (que concibe el mundo como un horizonte para descubrir).

LA URBANIZACIÓN DEL MUNDO, Y DEL VACÍO

Se refiere al crecimiento de los centros urbanos, a la aparición de filamentos urbanos que enlazan entre si ciudades situadas a lo largo de las vías de circulación, la Ciburbia de Michael Sorkin: la ciudad suburbana contemporánea en donde viviendas, oficinas, fabricas e centros comerciales
flotan de manera indiferenciada. Un no-lugar urbano con las mínimas funciones de una ciudad.
Esta nueva tipologia de ciudad está definida esencialmente por tres características:
1- La disolución con las relaciones físicas y cultural del lugar. Este lugar es completamente ageografico: la nueva ciudad es un cumulo de fragmentos urbanos que descarta una perspectiva de totalidad;
2- la obsesión por la seguridad, con niveles crecientes de manipulación y vigilancia sobre la ciudadanía; y una proliferación de nuevos modos de segregación;
3- ciudad de simulaciones, la ciudad televisión, la ciudad como parque temático. Aspecto visible en su arquitectura, basada en las mismas premisas de la publicidad, en la idea de pura imagen.

-En la película Lisbon Story de Wim Wenders, como se ve en las imágenes iniciales de la película, el protagonista viaja de Alemania a Portugal sin salir nunca de red de autopista, atravesando un paisaje fantasma que cambia según la hora y descubriendo llegado a su destino, más la periferia que la mima ciudad de Lisboa.

Hoy en día ya no se puede analizar una ciudad sin tener en cuenta los sistemas que la conectan con otra e incluso con el mundo que la rodea, sean estos de información y de comunicación. La ciudad contemporánea entonce se descentraliza y cambia su escala, así como la actividad humana; y la vida que se desatolla en ella se valora en función del flujo que entra y sale de la ciudad.
La urbanización así construida entonces pone en evidencia las contradicciones de la globalización, donde los ideales de libre circulación consumo e información están sometidos al poder que los controla. Paul Virilio en “la bomba informática” pone en cuestión este asunto describiendo como para el Pentagono el global corresponde a todo lo que hace parte del sistema económico mundial y el local a todo lo demás.

La urbanización del mundo evidencia también dos aspectos contradictorios de la sobremodernidad:
la existencia por un lado de la Ciudad mundial (la metaciudad de Virilio) formada por el sistema de comunicación y de circulación que crean una imagen omogenea del mundo, en donde trabajan los mismos arquitectos y mandan algunas empresas.
Por otro lado esta gran ciudad que es el mundo constituye lo que reúne todas las contradicciones y conflictos del planeta, la Ciudad mundo en donde las poblaciones se condensan y se producen diferencias y desigualdades cada vez mas visible y violentas.
La unión de estas dos formas de sobremodernidad crea la aparición de zonas que son el lado oscuro de la universalización, lugares abandonados como aquellos que descubrió el geógrafo francés Philippe Vasset, destinados a la urbanización y habitados por un modo incivilizado. Una especie de no-lugar desnudo” en los que a diferencia de los no-lugares no se manifiesta el triunfo de la modernidad.

LAS RUINAS COMO VISIÓN DEL TIEMPO

El espectáculo de las ruinas de antiguas civilizaciones crea curiosidad y fascinación, es por esto que las ruinas constituyen uno de los objetivos del turismo de masas. En la antiguedad el acceso a las ruinas era un privilegio reservado a la alta burguesía. En el tiempo en ruinas Augé explica como las ruinas nos ofrecen una visión del tiempo pero no de la historia, hablan mas de lo efímero que es el ser humano que de su historia vivida allí.
Hoy en día la experiencia de visitar ruinas se ha democratizado, tanto cuanto el viajar mismo de un sitio a otro; fenómeno que en la época de lo instantáneo en la que vivimos , ya no permite a las ruinas tener la importancia que tenían antes. Las agencias de viaje ofrecen simplemente un listado de lugares, de todo el mundo, como si estuvieran todos en una linea recta, alcanzables para cualquiera.
La uniformización de los espacios de consumo turístico es una de las consecuencias de la aceleración del tiempo”.

La idea de viaje sí que refleja las ruinas, pero unas ruinas que, lejos de evocar un tiempo en estado puro, estarían conectadas con la historia contemporánea, en la que ya no se cree en el tiempo. Hoy en día es imposible que existan las ruinas, ya que lo que muera no dejará huella alguna, sino imágenes”.

LA DIFERENCIA ENTRE VIAJERO (ETNOLOGO) Y TURISTA

Cuando se habla de turismo, lo que sale de primera es el aspecto mas contrastante de hoy en día; el hecho de que los turistas suelen visitar aquellos paises de los que sus habitantes huyen, buscando suerte en otro sitio, muchas de las veces arriesgando sus propias vidas. Uno de los muchos símbolos de la globalización.
-Lo que acomuna el etonologo concebido como viajero asiduo, y el turista actual es el hecho de alejarse de su hogar, sin embargo lo que los diferencias son esencialmente dos características:
1 el primero siempre viaja solo y permanece en el lugar de la visita por un largo período de tiempo. Tampoco se puede negar pero, que algunos turistas poseen el gusto y el deseo de observar y descubrir. Lo que mas bien los diferencia con el etnologo es el método de observación.
2 El turista siempre quiere comodidad y tranquilidad psicofisica, por cuanto se aleje de su hogar, nunca sale de su país, ya que todo lo conduce a ello.
El etnologo vive una experiencia totalmente distinta: llega a perder incluso la visión de sus raíces, viaja fuera de sí mismo, para tener un punto de vista externo y poder así entender el lugar en el que está. Levi-Strauss llamaba esto “la capacidad del sujeto para objetivarse indefinidamente”.

El etnologo, al final de su primer viaje elabora un modelo de reflexión que le servirá para los siguientes, continuará su camino interior, ampliando de viaje en viaje su reflexión; aspecto totalmente diferente del turista, que se limita a coleccionar una serie de lugares visitados.
Un día se da cuenta de que viajar ya no le produce las mismas sensaciones y cuestionarse las mismas preguntas, llega a la conclusión de que ya no es un explorador. Solo le queda hacer balance de las conclusiones, pero al contrario del viajero nostálgico las aplica al futuro.
El proceso de redacción es el final del viaje; el turista espera las vacaciones para poder irse en algún lado, el etnologo sabe que su instancia, solo tendrá sentido una vez terminada, es en realidad un sedentario que se ve obligado a viajar.
Para el etnologo todo supone un objeto de observación, incluidas las emociones que siente o el turista con el que se encuentra cerca de su terreno y que, quizás, experimenta emociones análogas”.

LA CIUDAD RECUERDO

La ciudad a la que recordamos con cariño, que despierta nuestra memoria, resulta esencial en la relación que mantenemos con el lugar en el que vivimos. Esta ciudad entonces es el resultado de una mezcla de sensaciones en la forma de vivirla.
Un lugar en el que se mezclan los puntos de referencia colectivos y las marcas individuales, la historia y la memoria”.

EL CONCEPTO DE MOVILIDAD

Los estudios antropológicos y etnologicos describían los nómadas como una comunidad con sentido del lugar, del tiempo e incluso del retorno. Por lo tanto el concepto de movilidad contemporánea “sobremoderna” se distingue de la idea de nomadismo.
(Sobremoderna referido al concepto Freudiano de sobredeterminación: la existencia de una superabundancia de causas que hace que el análisis de sus efectos sea complejo.)
Cuando se habla de movilidad sobremoderna se entiende por un lado el movimiento de la población, por otro la comunicación instantánea y la circulación de productos, imágenes e información. Y todo esto se contrapone al concepto de nomadismo justo por la paradoja que esta movilidad surgiere: se puede hacer todo sin casi moverse. Esto refleja simplemente la ideología del sistema de la globalización, basado en la apariencia, en la evidencia y en el presente.

Plantearse el concepto de movilidad es plantearse un nuevo concepto de tiempo.
Cuando Fukuyama empezó a hablar de fin de la historia (el acuerdo por un gobierno general, un único idioma y una única economía definiría el fin de la historia de las ideas), ya llegaba tarde, puesto que hablaba de una época sin darse cuenta que ya se había entrado en un nuevo período.
Concebir la movilidad en el espacio pero ser incapaz de concebirla en el tiempo es la característica que define el pensamiento contemporáneo, atrapado en una aceleración que lo sorprende y lo paraliza”.

Necesitamos la utopía, no para soñar con realizarla, sino para tender hacia ella y obtener, así, los medios de reinventar lo cotidiano.
La educación debe enseñar a todo el mundo a mover las barreras del tiempo, para salir del eterno presente, así como a mover las barreras del espacio, a moverse en el espacio, a ir al lugar para poder ver más de cerca y a no alimentarse exclusivamente de imágenes y de mensajes.
Hay que aprender a salir de uno mismo, del propio entorno”.